lunes, 22 de octubre de 2007

Santiago de Liniers








Poco tiempo fue el que pasó Liniers en Misiones. Sin embargo, el
francés dejó su impronta en estas tierras. Se ocupó de ellas y
estudió la realidad de la, hasta entonces, tierra inhóspita. Hoy,
Gotitas de Historia refleja la biografía del militar galo en la
idea de brindar un aporte a quienes, de una u otra forma, forman
parte de la historia de nuestra provincia.

Santiago de Liniers y Bremond, Caballero de la Orden de San Juan,
Caballero de la Orden de Malta, Capitán de navío de la Real
Armada, Comandante General de Armas de Buenos Aires y Virrey del
Río de la Plata, nació en la ciudad francesa de Niort el 25 de
Julio de 1753. Hijo de Jaeques de Liniers, oficial de la rnarina
gala, y de Enriqueta de Bremond, ingresó en la Orden de Malta
como paje del Gran Maestre Manuel Pinto de Fonseca, después de
cursar estudios con los padres del convento del Oratorio. Durante
tres años permaneció en la escuela militar de dicha Orden, hasta
egresar, en 1768, a los 15 años, con la cruz de Caballero.
En Francia ingresó en el regimiento de Royal-Piémont, llegando a
Subteniente de caballería, pero en 1774 solicitó la bajá en
Carcassonne, para ir hacia Cartagena, donde se alistó como
voluntario en una de las cruzadas contra los moros argelinos. En
esa oportunidad sirvió como edecán del príncipe de Rohan. Su
rutilante foja de servicios será, en el futuro, comentario de
Buenos Aires, debido a que lo rodea de un halo de romanticismo y
aventura. Al concluir la campaña en Africa, rindió examen de
guardia-marina y no tardó en ascender a alférez. En 1775 se
embarcó con la expedición de Pedro de Cevallos, y a las órdenes
de ése participó en la ocupación de la isla de Santa Catalina y
en el ataque a la Colonia del Sacramento. luego, entre 1779 y
1781, fue oficial del navío San Vicente, un barco de la escuadra
franco-hispana que luchó contra la flota inglesa, Se encontró más
tarde en el sitio de Mahón y en la conquista de Menorca, y fue
ascendido, por su actuación en estos encuentros, a Teniente de
navío. En el sitio de Gibraltar actuó como segundo jefe de la
batería flotante Talla Piedra, campaña en la que poco después,
como Comandante del Fincastle, se apoderó del barco corsario
Elisa, de origen inglés. Este nuevo hecho le valió las insignias
de Capitán de Fragata.

En 1788 fue enviado al Río de la Plata para, organizar una
flotilla de cañoneras. Llevó consigo a su hijo Luis y a su
primera esposa, Juana de Menviel, con quien había contraído
enlace en Málaga. Pero ella murió en Marzo de 1790 y Liniers
volvió a casarse, esta vez en Buenos Aires, con María Martina
Sarratea, hija de Martín de Sarratea.
Luego de dirigir la fortificación de la plaza de Montevideo, en
1796, como Jefe de la escuadrilla española, obtuvo el grado de
Capitán de Navío. En 1803 el Virrey Joaquín del Pino lo nombró
Gobernador de Misiones, y hacia allí se trasladó Liniers para
hacer, además, un estudio político y científico de la región,
cuyas conclusiones volcó en Junio de 1804 en un estudio especial.
En el viaje de regreso a Buenos Aires murió su esposa María
Martina, y al arribar a la Capital, el Virrey Rafael de
Sobremonte le encargó la defensa de la Ensenada de Barragán. Allí
fue sorprendido por la primera invasión inglesa, en 1806. Su
actuación en la Reconquista y posterior Defensa de Buenos Aires
representa el máximo galardón en la biografía de caudillo, que
fue premiado con el cargo de Virrey del Río de la Plata.
Al ocurrir la invasión napoleónica a España sus adversarios conspiraron contra él, tachando de sospechoso su españolismo. Álzaga y Elío fueron los cabecillas de este movimiento, que el 1º de enero de 1809 le hubiera arrebatado el mando, de no mediar la decisión de don Cornelio Saavedra y los cuerpos armados porteños. Finalmente la Junta de Sevilla lo reemplazó en el cargo de virrey por Baltasar Hidalgo de Cisneros. Liniers se retiró a Córdoba, tras entregar el mando a Cisneros. Allí se encontraba al ocurrir la Revolución de Mayo en 1810, y quiso con el gobernador Gutiérrez de la Concha, defender los derechos del Rey. Pero las milicias no le respondieron. Liniers fue arrestado y condenado a muerte, sentencia que hizo cumplir el vocal Castelli en el Monte de los Papagayos, cerca de la posta de Cabeza de Tigre, el 26 de agosto de 1810.Sus restos fueron llevados, en 1862, al Panteón de Marinos Ilustres de San Carlos, Cádiz y su estatua fue emplazada en la Plazoleta San Nicolás, en la Avenida Corrientes casi esquina Reconquista de la ciudad de Buenos Aires, siendo autorizada por Ley Nº 22.824 del 1º de junio de 1983.

Fuente: “Buenos Aires: historia de las calles y sus nombres”de Vicente Osvaldo Cutolo–2da. Edición) - Historia del país

Escribe: Guillermo Reyna Allan

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