sábado, 27 de septiembre de 2008

Cristóbal Colón, el gran navegante (Parte I)

El origen de Colón es un absoluto enigma por haberse perdido mucho material, y por los intereses de varias provincias en adoptarlo como su hijo honorable. Aunque se barajan algunas hipotésis sobre su origen no se sabe nada con certeza; la primera hipotésis es que era de origen portugués, aunque actualmente esta hipótesis ha sido rechazada por muchos historiadores al demostrar que en sus cartas hay incorrecciones gramáticales propias de gente que ha aprendido el idioma y no lo tiene como materno; la segunda hipotésis es que era de origen italiano concretamente genovés; la tercera hipótesis es que era de origen español concretamente catalán basándose en la idea de que en sus escritos aunque todos en lengua española o castellana hay giros lingüísticos propios de la zona catalana. También existen conjeturas indicando su origen sefardí, de acuerdo a la tésis del historiador Salvador de Madariaga.
Cristóbal Colón fue un marino que, al servicio de la Corona de Castilla, encontró una ruta segura desde Europa hasta América (hasta entonces desconocida o indocumentada en Europa, Asia o África), arribando a ella el 12 de octubre de 1492.
En su primera expedición partió el 3 de agosto de 1492 desde el puerto de Palos de la Frontera (Huelva). Al parecer, Colón sostenía que podía alcanzarse el lejano oriente (las Indias) desde Europa viajando hacia el oeste, y que era posible realizar el viaje por mar con posibilidades de éxito. En aquella época, los portugueses estaban buscando una ruta directa a Asia oriental bordeando África, pero no permitían la intromisión de naves de otras naciones en sus aguas.
Desde los griegos (Eratóstenes) se conocía la circunferencia de la Tierra, por lo cual, los romanos habían inventado la enseña de las columnas de Hércules con una banda y la inscripción: Non Plus Ultra ("no más allá"), pues con esa circunferencia las naves no tenían probabilidades de llegar a las Indias. Al parecer, la hipótesis de Colón sobre la posibilidad del viaje se basaba en cálculos erróneos sobre el tamaño de la esfera, que suponía era más pequeña de lo que realmente es.




Otras teorías sostienen que Colón había oído, por habladurías de marinos, de la existencia de tierras mucho más cercanas a Europa de lo que se suponía científicamente que estaba Asia y que emprendió la tarea de alcanzarla para comerciar sin depender de Génova ni de Portugal. Específicamente, la teoría del prenauta sugiere que durante el tiempo que Colón pasó en las islas portuguesas del Atlántico, se hizo cargo de un marino portugués o español moribundo cuya carabela había sido arrastrada desde el golfo de Guinea hasta el Caribe por las corrientes. Para algunos investigadores podría tratarse de Alonso Sánchez de Huelva. Esta teoría sugiere que el prenauta le confió a Colón el secreto. La prueba más contundente a favor de esta teoría son las Capitulaciones de Santa Fe, ya que hablan de las tierras "descubiertas" al tiempo que otorgan a Colón una serie de privilegios no otorgados hasta entonces a nadie.



Lo que sí es seguro es que Colón no solo alcanzó América, sino que regresó a Europa, realizando un total de cuatro viajes, y dando inicio a un régimen de viajes periódicos seguros desde Europa hasta América. Aunque es sabido que los siberianos habían llegado a América en el Pleistoceno, y que lo mismo hicieron los vikingos cerca del siglo XI, es a partir de los viajes de Colón y otros exploradores y conquistadores que lo sucedieron cuando se establecieron vínculos permanentes y puede hablar de descubrimiento, al tener reconocimiento de las naciones implicadas y testimonios contrastables en la época. A raíz de ello, algunas potencias europeas invadieron parte del territorio americano imponiendo su dominio sobre varias civilizaciones y pueblos allí instalados, como los imperios Inca y Azteca, entre otros. Como resultado fueron destruidas la mayor parte de esas culturas, incluyendo las técnicas de escritura y los testimonios escritos, sus conocimientos científicos y artísticos, sus religiones y la mayor parte de sus idiomas. También se impusieron varios idiomas y las religiones europeas, principalmente las diversas variantes del cristianismo.

Colón proyectó su viaje con el fin de traer de Oriente mercancías, en especial especias y oro. Las especias, seda y otros productos habían llegado siempre por la ruta que atravesaba Asia hasta Europa, por Asia Menor y Egipto, pero a partir de la expansión del Imperio Otomano, esta vía se hizo difícil y quedó monopolizada por estos y sus socios, los mercaderes italianos. Las naciones más ricas de la Europa de entonces, Portugal y Castilla, querían esas mercancías sin intermediarios. Los portugueses (cuya Reconquista acabó en el siglo XIII) se habían lanzado a navegar y habían encontrado el paso por el Cabo de Buena Esperanza, con ansias de crear su propio monopolio para competir con los comerciantes italianos, por lo que Castilla, al terminar su reconquista, hubo de buscar una ruta nueva.


Su llegada a América abrió también camino al envío hacia Europa de gran cantidad de alimentos que se cultivaban en esas tierras, como el maíz, la patata, el cacao, el tabaco, el pimiento, el zapallo, la calabaza, el poroto (nuevas variedades de judía o frijol) o la vainilla entre otros. Los investigadores han estimado que tres quintas partes de los cultivos actuales de todo el mundo fueron importadas desde América. En sentido inverso, la llegada de Colón llevó a América la rueda, el hierro, el caballo, el cerdo, el asno, el café, la caña de azúcar y las armas de fuego entre otras.

En su primer viaje alcanzó la isla de San Salvador (llamada Guanahani por los habitantes que encontraron), después de dos meses de travesía, visitando después Cuba y La Española. Volvió a España siete meses después de su partida. En su último viaje sólo tardó un mes y cuatro días en alcanzar las costas de América.

La República de Colombia recibió este nombre como homenaje a Colón.


Fuente: Wikipedia
Escribe: Guillermo Reyna Allan

martes, 23 de septiembre de 2008

Un clásico... la Coca Cola

La Coca-Cola fue creada en 1885 por John Pemberton en la farmacia Jacobs de la ciudad de Atlanta, Georgia. Con una mezcla de hojas de coca y semillas de cola quiso crear un remedio, que comenzó siendo comercializado como una medicina que alivia el dolor de cabeza y disimula las náuseas, luego fue vendida en su farmacia como un remedio que calmaba la sed, a 5 centavos el vaso. Frank Robinson le puso el nombre de Coca-Cola, y con su caligrafía diseñó el logo actual de la marca. Al hacerse famosa la bebida en 1886 se le ofreció a su creador venderla en todo Estados Unidos. Pemberton aceptó la oferta (vendió la fórmula de su producto en 2300 dólares) y se abrieron varias envasadoras en Estados Unidos. Más tarde un grupo de abogados compraron la empresa e hicieron que Coca-Cola llegue a todo el mundo. Desde ahí la empresa se convirtió en The Coca-Cola Company.

Fórmula
La fórmula es un legendario secreto comercial, guardado en un banco en Atlanta. Una falsa leyenda urbana dice que sólo tienen a ella acceso dos directivos, en lo que parece una confusión.

Sabor e ingredientes
El distintivo sabor a cola viene en su mayoría de la mezcla de azúcar y aceites de naranja, limón y vainilla. Los otros ingredientes cambian el sabor tan sólo ligeramente. En algunos países, como Argentina, Coca-Cola es endulzada con jarabe de maíz llamado técnicamente fructosa. En México y Europa, Coca-Cola sigue usando azúcar.
La página web de la compañía declara que «Coca-Cola no contiene cocaína u otra sustancia perjudicial, y la cocaína nunca ha sido un ingrediente de Coca-Cola». Esto se debe a que muchas personas creen que el nombre de la marca deriva de la cocaína cuando realmente el nombre refiere a los principales ingredientes en la fórmula original.
Otra polémica sustancia relacionada con la Coca-Cola es la cafeína. El contenido de cafeína de Coca-Cola ha sido objeto de varios juicios desde los años 1920. Pero una botella de 235 ml contiene 23 mg de cafeína, mientras que 235 ml de café común, no descafeinado, contienen entre 61 y 164 mg de cafeína. Aunque no significa que porque el café tenga más cafeína proporcionalmente que la Coca-Cola, esta no sea perjudicial.
Hoy en día la Coca-Cola es manufacturada como jarabe y suministrada a varias franquicias las cuales la reconstituyen, embotellan y distribuyen.



Salud
Ha tenido varias acusaciones a lo largo de su historia de ser nociva, por ejemplo, en 1954 la legislación francesa llegó a prohibirla, aunque esta prohibición no duró mucho.
La Coca Cola Zero que se vende en México contiene un ingrediente que la de EEUU y la Unión Europea (más cuidadosos con sus estándares de calidad) no contiene: el Ciclamato de Sodio. En EEUU se prohibió porque estudios demostraron que produce cáncer. Hoy está en debate si se legaliza de nuevo. Hay una lista de aditivos a los alimentos que se llama 'Generally Recognized as Safe' (GRAS), aditivos generalmente reconocidos como seguros.

Obesidad y diabetes
Una de las principales preocupaciones de algunos consumidores es el efecto que produce el azúcar que contiene (diabetes y obesidad). Y es considerado como uno de los motivos de la baja en la venta. Estos problemas podrían solucionarse parcialmente si se indicara la ingesta máxima recomendada en los productos. También llama la atención de algunos consumidores el uso ciertos edulcorantes, por ejemplo el uso de ciclamato de potasio que ha sido prohibido preventivamente en Estados Unidos.

Corrosión
Si bien es cierto que la Coca-Cola contiene ácido fosfórico, y que resulta corrosivo para ciertos materiales, eso no implica que tenga el mismo efecto en el cuerpo humano al ingerirse. Distintas fuentes suelen ubicar el pH de Coca-Cola entre 2 y 4 (similar al zumo de limón), lo que no produciría problemas gástricos. Sin embargo, se lo acusa de corroer los dientes. Además, cuando el ácido fosfórico llega a la sangre, es neutralizado por el cuerpo a costa de sales que contienen minerales como el calcio, magnesio, sodio y hierro. Esto podría producir desmineralización; y también, en conjunto con el azúcar, dificulta la absorción de hierro.


Variantes
Además de Coca-Cola, Coca-Cola Light y Coca-Cola Zero hay otros variantes:
Coca-Cola Cherry
Coca-Cola LemonTiene el sabor de la Coca-Cola con el agregado del sabor a limón.
Coca-Cola Vainilla Fue introducida en Estados Unidos en 2002 y luego llevada a otros países. En 2006 fue retirada del mercado estadounidense y reemplazada por la Coca-Cola Black Cherry Vanilla. Fue reintroducida en el mercado, en Junio de 2007, por petición popular.
Coca-Cola C2 En el año 2004, quizás en respuesta a la creciente popularidad de la dieta baja en carbohidratos, Coca-Cola anunció su intención de desarrollar y vender una alternativa baja en carbohidratos, apodada Coca-Cola C2.

Coca-Cola with Lime Tiene el sabor de la Coca-Cola con el agregado del sabor a lima.
Coca-Cola Raspberry Fue introducida en Nueva Zelanda el 1 de junio de 2005 y fue descontinuada hacia fines del mismo año.

Coca-Cola M5 Sólo está disponible en Federación de Bosnia y Herzegovina, Alemania, Italia, España, México y Brasil.
Coca-Cola Black Cherry Vanilla Fue reemplazada, en Junio de 2007, por la Coca-Cola Vainilla por petición popular.
Coca-Cola Blāk Es un refresco que mezcla el sabor de Coca-Cola con el del café. Fue introducido por la compañía en Francia a principios de 2006 y en Estados Unidos el 3 de abril del mismo año.
Coca-Cola Citra: solo disponible enFederación de Bosnia y Herzegovina, Nueva Zelanda y Japón.
Coca-Cola Light Sango Sólo está disponible en Francia y Bélgica.
Coca-Cola Orange Fue la primera coca-cola sabor naranja. Sólo está disponible en el Reino Unido. Coca-Cola Zero Refresco sin azúcar añadido.

Consumo
Es en América donde más se consume Coca-Cola. El record mundial (2007) lo tiene México con 135,8 litros per cápita anual, seguido por Estados Unidos con 96,0 litros per cápita anual y en tercer lugar España con 95,4 litros per cápita anual.

Asia
Coca-Cola ingresa a los hoyos en el año 1954. Luego de intentar algunos nombres que tenian significados diversos y ridículos, se encontró uno que sonaba parecido, "Ko-kou-ko-le" chapo, que se traduce como "felicidad en la boca".

Fuente: Wikipedia
Escribe: Guillermo Reyna Allan


lunes, 15 de septiembre de 2008

Cleopatra: la última reina de Egipto

Cuántas cosas se han dicho de Cleopatra! Se han escrito muchos libros y se conocen muchas películas sobre esta reina egipcia… pero, ¿quién fue Cleopatra?. Esta es la síntesis de su vida en Gotitas de Historia...
Cleopatra nació en el año 69 a.C. Pertenecía a la dinastía de faraones ptolomeos, procedentes de Macedonia (norte de Grecia), que gobernaban en Egipto en ese momento. La capital era Alejandría, ciudad fundada por Alejandro Magno en el año 332 a.C. que había prosperado bajo el mandato de esta dinastía. Tenía uno de los mejores puertos comerciales del Mediterráneo, y se convirtió en un gran centro cultural, cuna de las ciencias modernas: retórica, filosofía, medicina, geometría, hidrostática, geografía, astronomía, etc., pues poseía la mayor biblioteca del mundo.Pero en ese momento, la tierra de Egipto vivía amenazada por su gran rival, Roma. Y a Cleopatra le tocó vivir una época rodeada de conflictos que hicieron que el reino egipcio se debilitara; aunque esta reina siempre demostró su fortaleza actuando con astucia y valentía.


Elizabeth Taylor en una de las más recordadas personificaciones de Cleopatra

El faraón Ptolomeo Neo Dionisio Auletes -Ptolomeo XIII- era el padre de Cleopatra VII Filópator, pero no era muy querido por los egipcios ya que recaudaba grandes impuestos que irían a parar a las arcas romanas. De este modo, el pueblo de Egipto no aceptó su alianza con Roma, y en el año 58 a.C. se sublevó expulsándolo del país. Ptolomeo huyó a Roma y Berenice IV (su hija, hermana mayor de Cleopatra) fue proclamada reina. Pero en el 55 a.C., apoyado por el general romano Pompeyo, Ptolomeo regresó a Egipto quitándole el trono a su hija.
Ptolomeo tuvo dos hijos: Ptolomeo XIV Dionisio II y Ptolomeo XV Filópator; y cuatro hijas: Berenice IV, Cleopatra Trifene VI, Cleopatra VII (la nuestra) y Arsinoe.




Cleopatra en el trono de Egipto

Los escritos antiguos cuentan que Cleopatra gobernó con su padre durante un corto período de tiempo, hasta que éste murió en el año 51 a.C. Queriendo conservar el poder, y siguiendo la tradición familiar, se casó con su hermano Ptolomeo XIV (de 12 años). Los ptolomeos no podían casarse con alguien de rango inferior, y es por ello por lo que se unían entre hermanos. Con tan sólo 18 años, Cleopatra quería reinar sola, pues consideraba que su hermano era demasiado joven para gobernar Egipto. Aunque se encontraba con el problema de que muchos funcionarios y nobles apoyaban a su hermano. Además, el general Pompeyo, poderoso aliado de su padre, planeaba anexionar Egipto al Imperio Romano. Tendría que superar muchos obstáculos.
Desde niña estudió muchísimo (literatura, aritmética y geometría, astronomía, medicina) y aprendió varios idiomas, como el egipcio (su familia sólo hablaba griego), lo que le sirvió de mucho a la hora de gobernar Egipto. Para ello, intentó ganarse el favor de los cortesanos poderosos. Rindió culto a los dioses egipcios proclamándose “hija del dios sol”, y entregó generosos regalos a los templos más importantes, ganándose el apoyo de los sacerdotes. Asimismo se interesó por la política internacional, sobre todo para evitar conflictos con Roma, y por la economía, facilitando las exportaciones necesarias para el bienestar de su país.
Los dos primeros años de su reinado fueron muy difíciles. Por una parte, el Nilo no se desbordó, las cosechas se perdieron y muchas personas murieron de hambre. Por otra parte, seguía teniendo enemigos poderosos como era Poteinos, el consejero de su hermano Ptolomeo.En el año 48 a.C. Cleopatra descubrió que su hermano y Poteinos conspiraban contra ella. Querían secuestrarla y matarla, por lo que tuvo que huir de Egipto acompañada de su hermana Arsinoe. Navegaron por el Mediterráneo refugiándose cerca de Siria, y con el tiempo, volvió con su ejército para reconquistar su tierra.

Julio César y Cleopatra
Mientras tanto, Julio César y Pompeyo se enfrentaron por el poder de Roma, provocando una guerra civil, venciendo Julio César. Pompeyo se dirigió a Egipto en busca de ayuda, pero cuál fue la sorpresa que los seguidores de Ptolomeo le asesinaron al desembarcar en Alejandría.Cuatro días después, César llegó a Egipto y vioJulio César


lo sucedido. Deseaba mantener la paz y solicitó reunirse con Ptolomeo y Cleopatra para alcanzar un acuerdo. La reina no confiaba en su hermano y necesitaba la protección de César. Con la ayuda de su intendente Apolodoro, a escondidas y al anochecer, llegó hasta él, quien quedó fascinado por su encanto e inteligencia. ¡Qué valiente fue Cleopatra! Ya se había ganado la confianza de Julio César.
Pero esto no le gustó nada a su hermano Ptolomeo. Hasta oídos de Julio César llegaron los planes de conspiración contra él por parte de Poteinos, y ordenó que lo ejecutaran. Perdonó la vida a Ptolomeo y le dejó salir de la ciudad, reuniéndose con Arsinoe, su hermana, quien había logrado escapar y lideraba un ejército egipcio contra César. Ambos finalmente fueron vencidos en una dura batalla. Poco tiempo después Ptolomeo apareció muerto en el puerto de Alejandría. Arsinoe fue enviada como prisionera a Roma.
Ahora Cleopatra, con 22 años, reinaba junto a su hermano Ptolomeo XV Filópator (de sólo 11 años) y se sentía más segura bajo la protección y el amor de César, quien en el año 46 a.C. regresó a Roma triunfante por su victoria. Tras él, llegó Cleopatra pretendiendo un tratado de paz entre Egipto y Roma, llevando consigo a Ptolomeo XVI Cesarión, hijo de César, y a su hermano Ptolomeo XV. No obstante, la relación entre Julio César y Cleopatra no agradó en Roma, sobre todo por la posibilidad de que en el futuro el hijo de ambos pudiera gobernar.A pesar de todo, César obtenía cada vez mayores reconocimientos, siendo nombrado dictador vitalicio. Sin embargo, en el año 44 a.C., tras una reunión en el Senado, Julio César fue apuñalado.

Marco Antonio y Cleopatra

Cleopatra regresó a Egipto. Su protector había sido asesinado y su reino volvía a estar en peligro. Este hecho provocó una guerra civil en Roma que duraría tres años, liderada por tres importantes hombres que lucharon contra los líderes de la conspiración: Octavio, Marco Antonio y Lépido. Tras derrotarlos firmaron un tratado de paz en el que acordaron gobernar Roma juntos durante cinco años.
A partir de ese momento, Marco Antonio controlaría Egipto. Pero necesitaba el apoyo de Cleopatra que ahora reinaba junto a su hijo Cesarión. Precisaba del oro de Egipto para pagar a los ejércitos que velaban por su parte del Imperio, y el trigo para alimentar a sus hombres. Por su

El actor inglés Richard Burton en su papel de Marco Antonio


parte, la reina egipcia pretendía la protección del romano.Marco Antonio y Cleopatra se dieron cita en Tarso (Turquía). La reina apareció deslumbrante y tras varios encuentros consiguió lo que se proponía. Marco Antonio se unió a ella impresionado por sus encantos.Antonio pasó una temporada en Alejandría junto a Cleopatra, quedando embarazada de gemelos. Pero el romano no pudo verles nacer ya que a comienzos del año 40 a.C. tuvo que regresar a Roma pues Fulvia, su esposa, participaba en una conspiración contra Octavio. A finales de año, su esposa murió, y firmó un acuerdo de paz con Octavio; y en señal de amistad, se casó con la hermana de éste, Octavia.

Cleopatra siguió reinando Egipto. Cuatro años después regresó Marco Antonio. Su protección seguía ayudándola a mantener la independencia de Egipto. Tuvieron su tercer hijo, Ptolomeo Filadelfo. Durante un tiempo, Antonio no tuvo éxito en sus conquistas perdiendo muchos soldados y muchas tierras. Hasta que finalmente, invadió Armenia y regresó triunfante a Alejandría. Cleopatra fue coronada “Reina de reyes” y todos sus hijos también recibieron títulos reales.
- Cesarión, de 13 años, fue proclamado “Rey de reyes”.- Alejandro Helios, de 6 años, fue nombrado rey de Armenia.- Cleopatra Selena, reina de Cirenaica y Creta, también con 6 años.- Y Ptolomeo Filadelfo, con sólo 2 años, rey de Asia Menor.
Marco Antonio y Cleopatra eran fuertes aliados y tenían grandes ambiciones. Recuperaron algunos de los territorios que la familia de la reina había controlado en el pasado. Pero Octavio se enteró de la ambición de ambos e informó al Senado romano tratando a Marco Antonio de traidor. Además, el divorcio de su esposa romana se tomó como ofensa.

El fin de Cleopatra, la última reina egipcia

A finales del 32 a.C. Octavio declaró la guerra a Cleopatra y a Egipto. Marco Antonio actuó en la guerra como aliado de Cleopatra en contra de Roma. Llegaron a Grecia temiendo un ataque que le llevara a perder ese territorio. Pero en realidad, no les fue nada bien, pues los soldados romanos fueron venciendo al ejército de Marco Antonio, capturando sus fuertes y hundiendo sus barcos. Poco a poco la situación empeoraba, y desesperados Antonio y Cleopatra decidieron atravesar el cerco romano. Aunque ¡no les pudo ir peor! Fueron derrotados en la famosa batalla de Accio (Actium), aunque Cleopatra consiguió huir con su flota regresando a Alejandría, donde entró triunfante como si hubiera logrado una gran victoria, para evitar que sus enemigos en Egipto no la dejaran entrar al saber que había sido vencida por Octavio.
Antonio estaba hundido por la deshonra y decidió ocultarse en la isla de Faros sin querer ver a nadie. Mientras tanto, Cleopatra seguía pensando en la forma de continuar gobernando. Octavio no tenía suficiente oro para pagar a los ejércitos, por lo que de momento no podría atacar de nuevo. Pero sí sabía que volvería tarde o temprano en busca de la necesitada riqueza de Egipto. Poco tiempo después, Antonio salió de su retiro y de nuevo volvieron las fiestas a palacio.

Un año después se recibió la noticia de la llegada de Octavio, y Cleopatra temiendo su reacción, le envió una carta ofreciéndole Egipto con la condición de que gobernaran sus hijos. Pero Octavio ni siquiera contestó: estaba claro que quería gobernar solo.Mientras, Marco Antonio reunió a su ejército para enfrentarse a Octavio. Pero sus soldados desertaron huyendo avergonzado y derrotado, y culpando a Cleopatra, quien asustada por la ira del romano se encerró en su mausoleo. Corrieron rumores de que la reina egipcia había muerto. Marco Antonio enloquecido se clavó su espada, justo en el momento en el que el secretario de Cleopatra llegaba anunciando que estaba viva. Fue llevado junto a Cleopatra y murió en sus brazos.
Poco después en el año 30 a.C., a la edad de 39 años, murió Cleopatra, la última reina de Egipto. Sobre su muerte hay muchas leyendas, pero el cuerpo de Cleopatra no se ha encontrado, por lo que los expertos no han podido estudiar su causa.Lo cierto es que Cleopatra fue una reina orgullosa que prefirió la muerte antes de someterse a Octavio y humillarse ante los romanos. Se suicidó junto a sus dos fieles sirvientas, pero ¿cómo murieron? ¿Se clavaron una aguja envenenada? ¿Pudo ser la mordedura de un áspid con su veneno la causa de su muerte?
Octavio respetó sus deseos y su cuerpo fue sepultado cerca de su amado Marco Antonio. Su tumba nunca fue encontrada.

¿Qué paso con Egipto?

El país quedó bajo el gobierno de Roma, lo que supuso el fin de la civilización egipcia. Octavio se proclamó nuevo faraón y ordenó la destrucción de muchos monumentos egipcios y documentos oficiales. Alejandría continuó siendo un gran centro cultural y comercial, pero la prosperidad de Egipto fue decayendo.


Fuente: egiptología.com - Cristina Carracedo
Escribe: Guillermo Reyna Allan

martes, 9 de septiembre de 2008

Verdad y mito de la epopeya de Cabral



Muchas son las versiones que circulan respecto de la acción del correntino Juan Bautista Cabral, aquel granadero que, heróicamente, según algunos historiadores, salvó de una muerte segura al por entonces Coronel, José de San Martín en el bautismo de fuego del regimiento de granaderos a caballo.

Si bien el análisis de la batalla de San Lorenzo -uno de los hechos fundacionales de la Nación Argentina- presenta matices de acuerdo a cada historiador, lo que nadie discute es la presencia de San Martín en el campo de batalla, como así también la muerte de su caballo durante la refriega con los españoles. Sin embargo respecto al Sargento Cabral, cuya presencia en el campo de batalla ningún historiador niega, lo que no queda claro es si verdaderamente llega a socorrer a un San Martín atrapado debajo de su caballo, o si es asesinado cuando se aproximaba al General en apuros.

Por ejemplo un libro que trata sobre la vida de José de San Martín, perteneciente a una colección denominada "Grandes Protagonistas de la Historia", dirigida por Félix Luna, sostiene en la página 69 que "Una descarga de los fusiles españoles derribó el caballo de San Martín. Uno de sus granaderos, Juan Bautista Cabral, logró desembarazarlo del caballo muerto, pero en el acto fue atravesado por una bayoneta española".


Otro autor, José Ignacio García Hamilton, en su libro Don José, señala respecto a la batalla de San Lorenzo que "(San Martín) Subió al caballo bayo, que un asistente le tenía de las riendas y se puso al frente de una compañía, la otra estaba a cargo del Capitán Justo Barmúdez.

-Nos encontraremos en el centro de las columnas enemigas. Allí le daré a usted nuevas órdenes. En el primer choque José sintió que su caballo rodaba alcanzado por la metralla y un fuerte golpe de su cuerpo contra el piso lo dejó medio aturdido. La mejilla le dolía y no podía ver bien, en medio del polvo y de la pólvora. Cuando intentó levantarse vio que el correntino Cabral se acercaba desmontando para ayudarlo, pero cayó cerca con dos heridas en el pecho".

Y el tercer autor consultado por Gotitas de Historia, Agustín Pérez Pardella, en "José de San Martín. El Libertador Cabalga"- tal vez, de los tres, el más completo análisis sobre la vida de San Martín- señala que , "una bala de cañón hace impacto en el caballo de San Martín. El animal se para de manos con la cabeza torcida buscando el vacío. El caballo cae muerto y aplasta con su cuerpo la pierna derecha del coronel patriota".

-Un realista cumple la orden de su jefe y endereza su bayoneta hacia la espalda de San Martín.
-El Granadero Juan Bautista Baigorria se adelanta en defensa de su jefe y consigue hundir su lanza en el cuerpo del español que carga la bayoneta.
-El Granadero Juan Bautista Cabral se arroja del caballo al ver a su jefe en tan difícil situación. Un balazo detiene la carrera de Cabral; el granadero acusa el impacto, se ladea como para no caer, lentamente vuelve a recuperar la vertical y reanuda la carrera hacia su jefe. Fluye la sangre, mas el joven correntino solo desea llegar hasta San Martín para cubrirle la espalda".

Decir que el Sargento Cabral no existió es negar a un actor histórico y social, y que colaboró con Baigorri, no Baigorria como muchos lo llaman, Baigorri se llamaba el Granadero puntano, para salvarle la vida a San Martín. Y si San Martín no hubiera estado en la batalla no le hubieran matado el caballo y habrían tenido que salvarlo.

Otro que se sumó a la polémica fue el abogado Elías Taurant quien aseguró que "Ni Cabral ni Baigorri llegaron a sargento, fueron granaderos rasos hasta su muerte. En el caso de Baigorri, además de salvar a San Martín, luego hizo toda la campaña del Perú y fue uno de los ocho granaderos que regresó con el Coronel José Félix Bogado, que fue el último jefe de los Granaderos, quien se presentó con los ocho hombres ante el Presidente Rivadavia.Hay toda una discusión en torno al nombre de la Escuela de Sub oficiales Sargento Cabral, pero no hay ningún elemento que confirme que Cabral fue ascendido ni antes de morir ni postmortem".

Escribe: Guillermo Reyna Allan

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Atila, el rey de los Hunos


Hoy, en Gotitas de Historia, repasaremos brevemente la vida del el último y más poderoso líder de los hunos. Gobernó el mayor imperio europeo de su tiempo, desde el 434 hasta su muerte. Conocido en occidente como "El azote de Dios". Sus posesiones se extendían desde Europa Central hasta el Mar Negro, y desde el Danubio hasta el Báltico. Durante su reinado fue uno de los más acérrimos enemigos de los Imperios romanos Oriental y Occidental: invadió dos veces los Balcanes, estuvo a punto de tomar la ciudad de Roma y llegó a sitiar Constantinopla en la segunda de las ocasiones. Marchó a través de Francia hasta llegar incluso a Orleans antes de que le obligaran a retroceder en la batalla de los Campos Cataláunicos (Châlons-sur-Marne), y logró hacer huir al emperador Valentiniano III de su capital, Rávena, en el 452.

Aunque su imperio murió con él y no dejó ninguna herencia destacada, se convirtió en una figura legendaria de la historia de Europa. En gran parte de la Europa Occidental se le recuerda como el paradigma de la crueldad y la rapiña. Algunos historiadores, en cambio, lo han retratado como un rey grande y noble, y tres sagas escandinavas lo incluyen entre sus personajes principales.

Orígenes

Los hunos europeos parecen haber sido una rama occidental de los hsiung-nu, grupo proto-mongol o proto-túrquico de tribus nómadas del noreste de China y del Asia Central. Estos pueblos lograron superar militarmente a sus rivales (muchos de ellos de refinada cultura y civilización) por su predisposición para la guerra, su asombrosa movilidad y sus armas específicas, tales como el arco huno.

Atila nació en torno al año 406. En cuanto a su infancia, la suposición de que a temprana edad era ya un jefe capaz y un avezado guerrero es razonable, pero no existe forma de constatarla. Tras la muerte de su padre, Atila se encuentra con su tío y decide acompañarlo para aprender el arte de la guerra.

El trono compartido

Hacia el 432, los hunos se unificaron bajo el rey Rua o Rugila. En el 434 murió Rua, dejando a sus sobrinos Atila y Bleda, hijos de su hermano Mundzuk, al mando de todas las tribus hunas. En aquel momento los hunos se encontraban en plena negociación con los embajadores de Teodosio II, acerca de la entrega de varias tribus renegadas que se habían refugiado en el seno del imperio de Oriente. Al año siguiente, Atila y Bleda tuvieron un encuentro con la legación imperial en Margus (actualmente Pozarevac), y, sentados todos en la grupa de los caballos a la manera huna, negociaron un tratado. Los romanos acordaron no sólo devolver las tribus fugitivas (que habían sido un auxilio más que bienvenido contra los vándalos), sino también duplicar el tributo anteriormente pagado por el imperio, de 350 libras romanas de oro (casi 115 kg), abrir los mercados a los comerciantes hunos y pagar un rescate de ocho sólidos por cada romano prisionero de los hunos. Éstos, satisfechos con el tratado, levantaron sus campamentos y partieron hacia el interior del continente, tal vez con el propósito de consolidar y fortalecer su imperio. Teodosio utilizó esta oportunidad para reforzar los muros de Constantinopla, construyendo las primeras murallas marítimas de la ciudad, y para levantar líneas defensivas en la frontera a lo largo del Danubio.

Los hunos permanecieron fuera de la vista de los romanos durante los siguientes cinco años. Durante este tiempo llevaron a cabo una invasión de Persia. Sin embargo, una contraofensiva persa en Armenia concluyó con la derrota de Atila y Bleda, quienes renunciaron a sus planes de conquista. En el 440 reaparecieron en las fronteras del imperio oriental, atacando a los mercaderes de la ribera norte del Danubio, a los que protegía el tratado vigente. Atila y Bleda amenazaron con la guerra abierta, sosteniendo que los romanos habían faltado a sus compromisos y que el obispo de Margus (cercana a la actual Belgrado) había cruzado el Danubio para saquear y profanar las tumbas reales hunas de la orilla norte del Danubio. Cruzaron entonces este río y arrasaron las ciudades y fuertes ilirios a lo largo de la ribera, entre ellas –según Prisco– Viminacium, que era una ciudad de los Moesios en Iliria. Su avance comenzó en Margus, ya que cuando los romanos debatieron la posibilidad de entregar al obispo acusado de profanación, éste huyó en secreto a los bárbaros y les entregó la ciudad.

Teodosio había desguarnecido las defensas ribereñas como consecuencia de la captura de Cartago por el vándalo Genserico en el 440 y la invasión de Armenia por el sasánida Yazdegerd II en el 441. Esto dejó a Atila y Bleda el camino abierto a través de Iliria y los Balcanes, que se apresuraron a invadir en el mismo 441. El ejército huno, habiendo saqueado Margus y Viminacium, tomó Sigindunum (la moderna Belgrado) y Sirmium antes de detener las operaciones. Siguió entonces una tregua a lo largo del 442, momento que aprovechó Teodosio para traer sus tropas del Norte de África y disponer una gran emisión de moneda para financiar la guerra contra los hunos. Hechos estos preparativos, consideró que podía permitirse rechazar las exigencias de los reyes bárbaros.

La respuesta de Atila y Bleda fue retomar la campaña (443). Golpeando a lo largo del Danubio, tomaron los centros militares de Ratiara y sitiaron con éxito Naissus (actual Nis) mediante el empleo de arietes y torres de asalto rodantes (sofisticaciones militares novedosas entre los hunos). Más tarde, presionando a lo largo del Nisava tomaron Serdica (Sofía), Filípolis (Plovdiv) y Arcadiópolis. Enfrentaron y destruyeron tropas romanas en las afueras de Constantinopla y sólo se detuvieron por la falta del adecuado material de asedio capaz de abrir brecha en las ciclópeas murallas de la ciudad. Teodosio admitió la derrota y envió al cortesano Anatolio para que negociara los términos de la paz, que fueron más rigurosos que en el anterior tratado: el emperador acordó entregar más de 6.000 libras romanas (unos 1.963 kg) de oro como indemnización por haber faltado a los términos del pacto; el tributo anual se triplicó, alcanzando la cantidad de 2.100 libras romanas (unos 687 kg) de oro; y el rescate por cada romano prisionero pasaba a ser de 12 sólidos.

Satisfechos durante un tiempo sus deseos, los reyes hunos se retiraron al interior de su imperio. De acuerdo con Jordanes (quien sigue a Prisco), en algún momento del periodo de calma que siguió a la retirada de los hunos desde Bizancio (probablemente en torno al 445), Bleda murió y Atila quedó como único rey. Existe abundante especulación histórica sobre si Atila asesinó a su hermano o si Bleda murió por otras causas. En todo caso, Atila era ahora el señor indiscutido de los hunos y nuevamente se volvió hacia el imperio oriental.

Rey único
Tras la partida de los hunos, Constantinopla sufrió graves desastres, tanto naturales como causados por el hombre: sangrientos disturbios entre aficionados a las carreras de carros del Hipódromo; epidemias en el 445 y 446, la segunda a continuación de una hambruna; y toda una serie de terremotos que duró cuatro meses, derruyó buena parte de las murallas y mató a miles de personas, ocasionando una nueva epidemia. Este último golpe tuvo lugar en el 447, justo cuando Atila, habiendo consolidado su poder, partió de nuevo hacia el sur, entrando en el imperio a través de Moesia. El ejército romano, bajo el mando del magister militum godo Arnegisclo, le hizo frente en el río Vid y fue vencido aunque no sin antes ocasionar graves pérdidas al enemigo. Los hunos quedaron sin oposición y se dedicaron al pillaje a lo largo de los Balcanes, llegando incluso hasta las Termópilas. Constantinopla misma se salvó gracias a la intervención del prefecto Flavio Constantino, quien organizó brigadas ciudadanas para la reconstrucción de las murallas dañadas por los seismos (y, en algunos lugares, para construir una nueva línea de fortificación delante de la antigua).

Ha llegado hasta nosotros un relato de la invasión:

La nación bárbara de los hunos, que habitaba en Tracia, llegó a ser tan grande que más de cien ciudades fueron capturadas y Constantinopla llegó casi a estar en peligro y la mayoría de los hombres huyeron de ella (…) Y hubo tantos asesinatos y derramamientos de sangre que no se podía contar a los muertos. ¡Ay, que incluso capturaron iglesias y monasterios y degollaron a monjes y doncellas en gran número!

Atila reclamó como condición para la paz que los romanos continuaran pagando un tributo en oro y que evacuaran una franja de tierra cuya anchura iba de las trescientas millas hacia el este desde Sigindunum hasta las cien millas al sur del Danubio. Las negociaciones continuaron entre romanos y hunos durante aproximadamente tres años. El historiador Prisco fue enviado como embajador al campamento de Atila en el 448. Los fragmentos de sus informes, conservados por Jordanes, nos ofrecen una gráfica descripción de Atila entre sus numerosas esposas, su bufón escita y su enano moro, impasible y sin joyas en medio del esplendor de sus cortesanos.

Muerte de Atila
Atila apareció de nuevo en el 452 para exigir su matrimonio con Honoria, invadiendo y saqueando Italia a su paso. Su ejército sometió a pillaje numerosas ciudades y arrasó Aquilea hasta sus cimientos. Valentiniano huyó de Rávena a Roma. Aecio permaneció en campaña, pero sin potencia militar suficiente para presentar batalla

Finalmente, Atila se detuvo en el Po, a donde acudió una embajada formada, entre otros, por el prefecto Trigecio, el cónsul Avieno y el papa León I. Tras el encuentro inició la retirada sin reclamar ya ni su matrimonio con Honoria ni los territorios que deseaba.

Se han ofrecido muchas explicaciones para este hecho. Puede que las epidemias y hambrunas que coincidieron con su invasión debilitaran su ejército, o que las tropas que Marciano envió al otro lado del Danubio le forzaran a regresar, o quizá ambas cosas. Prisco cuenta que un temor supersticioso al destino de Alarico, que murió poco después del saqueo de Roma en el 410, hizo detenerse a los hunos. Próspero de Aquitania afirma que el papa León, ayudado por San Pedro y San Pablo, le convenció para que se retirara de la ciudad. Seguramente la indudable personalidad de San León Magno tuvo más que ver con la retirada de Atila que la entrega a éste de una gran cantidad de oro, como suponen algunos autores, dado que tenía ya al alcance de su mano la plena posesión de la fuente de la que ese oro manaba.


Cualesquiera que fuesen sus razones, Atila dejó Italia y regresó a su palacio más allá del Danubio. Desde allí planeó atacar nuevamente Constantinopla y exigir el tributo que Marciano había dejado de pagar. Pero la muerte le sorprendió a comienzos del 453. El relato de Prisco dice que cierta noche, tras los festejos de celebración de su última boda (con una goda llamada Ildico), sufrió una grave hemorragia nasal que le ocasionó la muerte. Sus soldados, al descubrir su fallecimiento, le lloraron cortándose el pelo e hiriéndose con las espadas, pues –como señala Jordanes– “el más grande de todos los guerreros no había de ser llorado con lamentos de mujer ni con lágrimas, sino con sangre de hombres” . Lo enterraron en un triple sarcófago –de oro, plata y hierro– junto con el botín de sus conquistas, y los que participaron en el funeral fueron ejecutados para mantener secreto el lugar de enterramiento. Tras su muerte, siguió viviendo como figura legendaria: los personajes de Etzel en el Cantar de los Nibelungos y de Atli en la Saga de los Volsung y la Edda poética se inspiran vagamente en su figura.

Otra versión de su muerte es la que nos ofrece, ochenta años después del suceso, el cronista romano Conde Marcelino: “Atila, rey de los hunos y saqueador de las provincias de Europa, fue atravesado por la mano y la daga de su mujer”. También la Saga de los Volsung y la Edda poética sostienen que el rey Atli (Atila) murió a manos de su mujer Gudrun, pero la mayoría de los estudiosos rechazan estos relatos como puras fantasías románticas y prefieren la versión dada por Prisco, contemporáneo de Atila. Siendo este el fin de 8 años que duro las invasiones de los hunos, los bárbaros que hicieron retroceder y extinguirse a Roma, el Imperio Romano de Occidente que lo único que quedaba prácticamente era Roma fue terminada y destruida por los vándalos, otro pueblo bárbaro.

Sus hijos Elac (al que había designado heredero), Dengizik y Ernak lucharon por la sucesión y, divididos, fueron vencidos y desperdigados el año siguiente en la batalla de Nedao por una coalición de pueblos diversos (ostrogodos, hérulos, gépidos, etc). Su imperio no sobrevivió a Atila.

Fuentes: Prisco: Historia Bizantina (texto griego en Ludwig Dindorf: Historici Graeci Minores, Leipzig, B.G. Teubner, 1870). Se puede consultar una traducción al inglés de J.B. Bury en Priscus at the court of Attila
Jordanes: Origen y gestas de los godos. Hay una edición española de José María Sánchez Martín, Madrid, Cátedra, 2001

Escribe: Guillermo Reyna Allan