martes, 24 de junio de 2008

Atahualpa

En Gotitas de Historia repasamos hoy, brevemente, la historia de este guerrero inca, víctima de unas de las traiciones más difundidas de la conquista española en tierras americanas.





Atahualpa (quechua: Atawallpa) fue el decimotercer emperador Inca, y aunque tuvo sucesores nombrados por los españoles es considerado como el último emperador inca. Nació en 1497 en Cusco. Vivió en Quito más de 10 años junto a su padre Huayna Cápac, su hermano Ninan Cuyuchi, y el ejército imperial (con sus más influyentes generales). Cuando Huáscar se coronó en Cuzco como emperador le causaba mucha preocupación la simpatía de su hermano con el ejército, motivo por el cual le ordenó que se presentara en Cuzco. Atahualpa, convencido por sus generales de que si iba lo matarían, decidió organizar un ejército norteño. De esta manera se dió inicio a la famosa guerra civil inca.


Al ganar la guerra se dirigió de inmediato a Cajamarca para conocer a los españoles, después de un inesperado ataque español fue hecho prisionero por Francisco Pizarro. En prisión mantuvo algunos privilegios: se le permitió seguir administrando el imperio, aprendió a leer y escribir, también mantuvo una relación amistosa con Francisco Pizarro.
En prisión, Atahualpa ofreció a cambio de su liberación llenar dos habitaciones de plata y una de oro "hasta donde alcanzara su mano", los españoles aceptaron y de inmediato se mandó la orden a todo el imperio inca de que enviasen la mayor cantidad posible de oro y plata hacia Cajamarca. Después de cumplir su parte los españoles lo setenciaron a muerte por idolatría, fraticidio, poligamia, incesto y lo acusaron de ocultar un tesoro.

Cajamarca, cuarto del rescate de Atahualpa

Se le concedió una última opción: ser bautizado como cristiano y luego ahorcado o ser quemado vivo. Al escoger la primera opción fue bautizado con el nombre cristiano de Francisco. Se cree que Francisco Pizarro lloró su muerte. (Pedro Pizarro narra en su crónica: "yo vi llorar al Marqués").
Fue ejecutado el 26 de julio de 1533. La noticia de su muerte originó una gran anarquía, muchas etnias incas se sublevaron e intentaron recuperar su independencia.
Fue enterrado en la iglesia de Cajamarca pero unos días después su cadáver desapareció misteriosamente; probablemente sus súbditos lo profanaron para momificarlo y ocultarlo.
Tras su muerte, muchos incas partidarios de Huáscar (como Manco Inca) se unieron a los españoles para derrotar a Chalcuchimac, Quisquis y los demás partidarios de Atahualpa.

Fuente: Wikipedia

Escribe: Guillermo Reyna Allan

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