En el entorno cercano al recinto sagrado se levantaban las viviendas de los nobles; más allá, la de los administradores y artesanos y, en la periferia, una población dispersa de carácter rural.
Sin embargo, la separación entre el campo y la ciudad, entre lo rural y lo urbano, no era tan radical como lo es actualmente en las urbes industriales. Por el contrario, existía una gradual disminución de la infraestructura urbana y un progresivo incremento de las correspondientes al campo y a la actividad agraria.
Se sabe que el epicentro ceremonial agrupaba no menos de 78 edificios, de los cuales, hoy se conoce gracias a las excavaciones el Templo Mayor y algunos edificios más que subyacen bajo la Catedral.
El Templo Mayor era el edificio más grande dentro del recinto sagrado, y alcanzaba los 42 metros de altura, los que se alcanzaban a través de una escalera de 114 peldaños, situada en la parte frontal del templo. En lo alto del Templo Mayor, se encontraban además dos templetes rituales para los sacrificios: uno dedicado a Tláloc y otro a Huitzilopochtli.
Pero el Templo Mayor no era el único edificio religioso dentro del recinto sagrado, que estaba recubierto por entero de arcilla, lo que le confería un aspecto rojizo en comparación al resto de la ciudad, cuyas calles eran de tierra. Dentro había escuelas de sacerdotes (diseñadas para que los hijos de los nobles aprendieran teología y astronomía) y depósitos de cráneos (un osario lleno de lanzas en cuya punta se clavaban los cráneos de los vencidos en combate inmolados en los sacrificios).
Además, en el recinto sagrado estaban el Templo de Quetzacoatl (que presentaba una pirámide cónica para que el aire circulara con mayor sonoridad al fin de rendirle tributo al dios del viento), y el Templo del Sol (en donde se encontraba de cara al cielo el famoso calendario solar, eje de la cosmogonía azteca).
La necesidad de efectuar ritos con mucha frecuencia (debido a las inclemencias del tiempo y la proliferación de los sacerdotes) hizo que se edificaran en total 25 templos piramidales. Con dicha forma geométrica (muy tradicional en Mesoamérica) emulaban a las montañas, símbolo de la ascensión a los cielos.
Los aztecas edificaron Tenochtitlán (que significa el tunal divino donde está Mexitli, otro nombre para Huitzilopochtli, el hijo del Sol y de la Luna) en el islote central del lago de Texcoco. Una red de canales y puentes unía las islas restantes, con lo que la capital en realidad quedó conformada por seis ciudades.
También se construyeron calzadas, acueductos, y chinampas, islotes artificiales hechos con vegetación del lago, lodo y raíces. Al principio los chinampas eran tierras de cultivo; más tarde, se añadieron viviendas y fueron conectadas con puentes, como Venecia.
Todo fue salvajemente saqueado y rapiñado por los conquistadores españoles dirigidos por Hernán Cortés, que asestaron el golpe final a la resistencia de Tenochtitlán la triste noche del 13 de agosto de 1521.
Fuentes: Venard, M.: Los Comienzos del Mundo Moderno, siglos XVI y XVII, El Mundo y su Historia, Argos. / Historia Universal: Aztecas, Mayas, e Incas. Bs. As., AGEA, 2005
sobrehistoria.com (Publicado por Laura)
GRA
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